La Unidad de Delitos contra la Integridad Sexual de la Fiscalía Regional Rosario terminó 2020 con un promedio de 30 denuncias semanales. Las restricciones por la pandemia no modificaron el escenario de aumento progresivo de las intervenciones de los últimos siete años, aunque surgió otro dato preocupante: hay más alertas por casos de pornografía infantil en internet y redes sociales. Según un recorte parcial del Ministerio Público de la Acusación (MPA), en 2020 hubo 393 reportes contra los 220 del año pasado.
Las investigaciones de delitos contra la integridad sexual en Santa Fe mostraron un incremento progresivo desde el año 2014, cuando se puso en marcha el nuevo sistema procesal penal oral en la provincia, según al informe interanual del MPA, con un recorte al 30 de junio de 2020.
El año en el que la Fiscalía pasó a tomar el rol preponderante de las pesquisas, se tramitaron 653 legajos. En el período siguiente 877; en 2016 ascendieron a 919, y en 2017 las causas treparon a 1.234.
En 2018 las carpetas abiertas fueron 1.528; en 2019 crecieron a 1.708 y hasta mediados de 2020 (restricciones y pandemia mediante) se abrieron 757 legajos. El segundo semestre aún no fue contabilizado, aunque la tendencia podría terminar con datos similares a 2019.
Visibilización y respuesta
El informe expresa la cantidad de casos judicializados, las denuncias, no quiere decir que haya más hechos, según los especialistas. ¿Las razones? Visibilización de la problemática empujada por los movimientos feministas, acceso de las víctimas a espacios y canales institucionales o de ONGs donde se las escucha.
También juegan un rol fundamental las nuevas tecnologías. Un comentario en cualquier red social, mensajes en aplicaciones o posteos son herramientas para disparar alertas de situaciones de riesgo.
Según el informe del MPA, entre 2014 y 2019 las investigaciones se incrementaron en un 226 por ciento. Esas estadísticas reflejan la respuesta del Estado con las herramientas que ahora ofrece el Poder Judicial.
La Fiscalía de Rosario acapara el 51 por ciento del total de investigaciones por delitos sexuales en el período citado, seguida por la regional Santa Fe, con el 26 por ciento.
El relevamiento para el período 2014-2020 indica que el 50 por ciento de las investigaciones se encuentran finalizadas, y son pocos los casos de probation (suspensión del juicio a prueba) en ejecución. Rosario tiene 1.847 legajos en curso, 1.672 fueron cerrados, y 17 están bajo análisis por posibles acuerdos. El primer semestre del 2020 tuvo 306 causas activas y 85 resueltas.
Casos que movilizaron
La coordinadora de Unidad Fiscal de Delitos Sexuales, Nora Marull, trazó un panorama sobre el incremento que reflejan las estadísticas, y las atribuyó a momentos puntuales: “Los movimientos “mee too” (“yo también”, consiga que copó las redes sociales en 2017 para denunciar acosos sexuales de un productor de cine estadounidense), Ni una Menos, y la divulgación del caso de la actriz Thelma Fardin también ayudaron. La gente se animó a hablar mucho más y hubo un cambio de mentalidad”.
Ese posicionamiento fue acompañado por los avances sociales en percibir la problemática. Como ejemplo, Marull recordó que cuando se creó la unidad que coordina (2014) recibían un promedio de 12 denuncias por semana y ahora son aproximadamente 35 promedio en ese mismo lapso.
“Se triplicó. Además hay que sumar las 35 denuncias por día que recibe Violencia de Género. Es muchísimo”, refirió Marull sobre investigaciones complejas de violencia machista que recalan en el organismo. Allí trabaja además un equipo interdisciplinario de psicólogas y trabajadoras sociales que contienen a las víctimas y familiares, y abordan los casos desde distintas perspectivas.
Internet y pornografía
La funcionaria agregó además que se ha notado un incremento muy marcado de la pornografía infantil, delito que hasta hace algunos años estaba oculto, pero se potenció con el avance de la tecnología, el uso de computadoras o las herramientas de acceso a internet.
“En un mes tuve 60 reportes, y cada uno derivó en la apertura de un legajo. Eso impacta en el incremento”. Marull refirió a la circulación de material sospechoso que informa el National Center of Missing and Exploited Children (Ncmec), organismo que trabaja con el Ministerio de Seguridad de Estados Unidos y monitorea la circulación de contenido pornográfico sexual infantil (fotos o videos) en todo el mundo.
“Reciben los reportes de todas las redes sociales como Facebook, Instagram, Twitter, Escape, WhatsApp, y de distintos sitios web vinculados a esas actividades. Luego envían alertas a los gobiernos del mundo, que las remite a los poderes judiciales de cada jurisdicción”, explicó.
Según esos informes, Santa Fe tuvo un incremento de casos de posibles delitos cibernéticos contra niños y adolescente. Mientras que en 2019 ingresaron al MPA de Rosario 220 denuncias por pornografía infantil, en 2020 (al 16 de diciembre) se remitieron 393, lo que significó un incremento interanual del 83 por ciento.
En el total provincial, fueron 539 reportes durante el 2019, y se dio un salto a 891 en 2020, también con un recorte hecho hasta mediados de diciembre, lo que llega casi al 90 por ciento de aumento. Se distingue el mantenimiento de los casos de grooming o ciberacoso, con 49 denuncias en cada uno de los dos últimos años.
“Es notorio el incremento de la pornografía infantil. La gente no sabe que el Código Penal contempla no solo la tenencia del material sexual, sino la producción y distribución, que se agrava si la víctima es menor de 13 años. En ambos casos el código no distingue entre una y otra actitud, el mínimo de la pena es de cuatro años de prisión. El que tiene o distribuye incurre en una acción gravísima”, advirtió.
“La tenencia está penada”, recalcó la fiscal, que observa además como algunas generaciones de jóvenes, y no tanto, podrían quedar sujetos a una investigación penal por acopiar ese tipo de contenidos, como videos o fotos de nenas menores de 17 años, y luego lo comparte con sus contactos. “Eso es delito, porque se protege a la víctimas”, expuso.
Marull recordó que al recibir un reporte lo primero que se hace es chequear si existe producción o no de material pornográfico. “Nos interesa esa cuestión, determinar donde está filmado, si la víctima vive, las características, la edad. Lo hacemos con la escala de Tanner (determina los cambios físicos en el desarrollo de la pubertad).
“En las producciones muchas veces se observan nenas que al estar producidas (maquillaje o vestimenta) parecen mayores, o al revés. Por eso se recurre a esos informes médicos de la escala de Tanner. En relación al grooming, no se han dado muchos casos. Se mantiene igual a las cifras del 2019”.
Grooming
Sobre esa modalidad de acoso y abuso sexual online, aclaró que sí “se observa el ingreso constante de personas a redes pornográficas con fines sexuales, o para tratar de provocar encuentros personales sabiendo cada uno lo que hace, pero no el grooming”, aclaró.
Esa forma delictiva de acoso generalmente muestra a un adulto detrás de un chat en contacto con un niño, niña o adolescente, con el fin de ganarse de apoco su confianza para luego involucrarle en una actividad sexual.
El año pasado se dio un caso paradigmático de grooming en Rosario. Juan Manuel “Caito” G., de 66 años, fue condenado a 20 años de prisión por “abuso sexual con acceso carnal contra dos adolescentes, a quienes había previamente sometió a grooming.
Además, lo encontraron culpable de cinco casos de grooming con amenazas coactivas y otro caso con divulgación de imágenes con contenido pornográfico infantil. Tenía por lo menos cinco perfiles falsos de Facebook
La fiscal de la Unidad de Delitos Contra la Integridad Sexual, Alejandra Raigal, expuso durante el juicio que el acusado cometió ocho hechos entre 2014 y septiembre 2017 y que las víctimas tenían entre 12 y 16 años.
Confianza en el MPA
Por su parte, Juan Sánchez, secretario de la Fiscalía Regional Rosario, coincidió con Marull. “Aumentaron las investigaciones pero no los hechos. Los delitos sexuales históricamente tienen una cifra negra, según distintos informes, porque ocurre en la intimidad y la privacidad. Da vergüenza contarlo y expresarlo, además de la revictimización de la persona objeto del abuso. Seguimos en un contexto de sociedad patriarcal, donde hasta se naturalizan esos actos”, explicó el funcionario.
“El aumento de las denuncias tiene distintas variables. No hay que dejar de lado el movimiento Ni Una Menos y el caso de Thelma Fardín, que tuvieron repercusión en los casos de violencia de genero”, explicó Sánchez.
El secretario del MPA destacó la confianza que genera el nuevo sistema penal. “No es lo mismo que el anterior, cuando un juez centralizaba las investigaciones. Ahora tenemos la unidad especializada que trabaja específicamente los casos. Hay acceso y espacios donde la gente puede denunciar, como el Centro de Asistencia a la Víctima de Delitos Sexuales o los Centros Territoriales de Denuncias (CTC), que funcionan muy bien en Rosario y Santa Fe”.