Hoy los niños ya viven y crecen con la tecnología y más en este año en donde se han acelerado más el uso de diversos dispositivos móviles desde celulares, tablets o incluso laptop; sin embargo este uso de tecnología puede ser bueno o malo en menores según distintos factores de acuerdo con el UNICEF.
El Fondo de las Naciones Unidas Para la Infancia (UNICEF) en su estudio ‘Niños en un mundo digital. Estado mundial de la infancia 2017’ dio a conocer que antes de la pandemia los niños y adolescentes menores de 18 años ya representaban aproximadamente uno de cada tres usuarios de internet en todo el mundo.
Además se detectó que los jóvenes (de 15 a 24 años) son el grupo de edad más conectado. En todo el mundo, el 71% están en línea, en comparación con el 48% de la población total.
Este estudio también menciona que hay pruebas suficientes para decir que los niños están accediendo a internet a edades cada vez más tempranas ya que en algunos países, los niños menores de 15 años tienen la misma probabilidad de usar internet que los adultos mayores de 25 años.
En la ciudad de León existen padres de familia como José que tiene un hijo de 7 años a quien le presta casi diario su celular cuando llega de trabajar. Si bien su hijo no tiene el celular todo el tiempo, al menos en el lapso en el que le prestan este dispositivo ese niño tendrá las mismas oportunidades de ver, leer o interactuar de la forma que quiera en el infinito contenido de internet.
Además existen otros padres de familia que desde pequeños (en edad preescolar por ejemplo) le prestan el celular a sus hijos para que se “entretengan”.
La Unicef reconoce que los diferentes dispositivos tecnológicos representan un crecimiento en oportunidades de aprendizaje y educación a los niños, especialmente en regiones remotas y durante las crisis humanitarias como la que se vive a causa de la covid-19.
Sin embargo la misma Unicef señala que los teléfonos inteligentes están alimentando una “cultura del dormitorio”, y para muchos niños el acceso en línea es cada vez más personal, tiene un carácter más privado y está menos supervisado.
Las tecnologías de la información y comunicación también están generando nuevos riegos o peligros en la niñez además de que están intensificando los riesgos tradicionales como la intimidación.
Con las nuevas tecnologías la UNICEF reconoce que se están fomentando nuevas formas de abuso y explotación infantil, como el material con un contenido de abuso sexual infantil hecho a medida de los usuarios y la transmisión en vivo de actos de abuso sexual infantil. Los depredadores pueden comunicarse más fácilmente con niños desprevenidos a través de sus perfiles en las redes sociales y los foros de juego anónimos y sin protección.
Por esta razón es indispensable la supervisión de un adulto además de que los niños deben ser capacitados de que existen todos estos riesgos y los padres o tutores deben enseñarles a evitar este tipo de riesgos.